AHIMSA, LA NO VIOLENCIA
- Natalia Jassaii Gutierrez Triana
- 14 feb 2021
- 3 Min. de lectura
Esta semana queridos y queridas lectores investigamos acerca del yama, ahimsa, el primero de los comportamientos que tenemos que evitar en nuestra práctica de yoga, como en la vida misma. Ahimsa es la no violencia, el respeto hacia la vida, es accionar desde el amor. Se trata de extendernos de tal forma en que uno es como el otro y viceversa, entonces el amor se convierte en lenguaje compartido. Por consiguiente, es una invitación para que las acciones residan desde este lugar, y no quedarnos solo en una teoría.
En el día a día puede ser más fácil observar con quiénes somos violentos desde la palabra o acción, la idea es lograr observarlo sin crear juicios que nos detengan y no nos transformen. Ser violentos desde afuera implica una barrera con nosotros mismos.
Desde esta observación quisiera hacer una reflexión sobre un motivo literario que se ha extendido a lo largo del tiempo, (cómo les expresé el yoga genera hilos de múltiples conexiones, por lo tanto, la literatura entrará constantemente en las columnas de ser posible), sobre la idea de la otredad. Autores como Jorge Luis Borges manejan ser otro como ser ellos mismos desde el espejo y la infinitud del reflejo permitiendo desdibujar su yo individual, no me veo solo yo sino un yo doble, triple e infinito de estar en un círculo. Fernando Pessoa a mano de sus heterónimos genera lo mismo de cierta forma. Así sus libros no son ellos sino sus lectores, y así existen uniones a lo largo del tiempo.
Sin embargo, el lente de la no violencia debe partir desde el interior, por lo que la primera persona como foco es una misma. El yoga sirve en este momento para visibilizar los comportamientos irrespetuosos y poco amorosos. Por ejemplo, si intentas hacer una práctica de mucho fuego, que te rete en fuerza y resistencia y ese día tienes malestar general, dolor de cabeza o cualquier síntoma doloroso, no estás accionando desde el amor hacia ti misma.
En momentos como las transiciones o las asanas este yama es clave porque vernos desde el amor, ocasiona que no perdamos la alineación y puntos de unión en el cuerpo. Muchas veces se entiende una autoimagen fuera de la realidad material de cada una, y llegamos a la forma y no a la potencia interior.
Ahimsa es una invitación para permitir el cambio de lo concebido, para dudar y reafirmar, para el reencuentro, para vernos como somos y amarnos, pues cada ser está lleno de luz y poder.
Como ultimo punto, viviendo en un país latinoamericano cuyas guerras han sido las más largas en el continente, es muy importante ahimsa para creer en el cambio, e invitar desde el contexto particular a observar los días de violencia. Yo creo en el cambio pues en el corazón de todos existe la posibilidad de escucha cuando el dolor ocasionado o vivido es más grande que cualquier cosa. En el matt de yoga siento las capacidades espirituales y las transformaciones, así puede ser nuestra realidad sí nos unimos desde lugares de comunidad y trabajo colectivo.
¡Por último, te recuerdo que decir “no” desde el amor, también es una acción poderosa!
En el anterior video pueden observar tres acciones que representaron para mi ahimsa esta semana: tratar a los demás seres como quisiera ser tratada pues merecen el mismo respeto hacia la vida y amor; meditar como medio de canalizar los sentimientos y leer como forma de amarme.
Una parte fundamental para conseguir estos instantes en la práctica, fue superar el miedo que habita los pensamientos, y sobre todo mi inconsciente. La negatividad, o el miedo a la enfermedad de seres queridos aleja poder sentir amor, ya que el temor va siendo un camino violento y poco autoreflexivo.
¡Yo sigo aprendiendo, pero el proceso es lo que más disfruto!
Comments